NUESTRO GANADO
Vaca Serrana de Teruel
La vaca serrana de Teruel es una raza en peligro de extinción exclusiva de la Sierra de Gúdar.
Pertenece al tronco negro ibérico, compartiendo origen con razas como la Avileña, la Morucha o la Negra Andaluza. Sin embargo, su aislamiento en los últimos siglos y la adaptación a estas sierras la han llevado a desarrollar una serie de caracteres inconfundibles y únicos.
Adaptada a las duras condiciones de altitud, frío y escasez de pastos, esta raza destaca por su rusticidad, sobriedad y resistencia. Predomina el color negro o castaño oscuro, aunque existen variantes más claras y una capa atigrada, con rayas longitudinales oscuras sobre fondo más claro, exclusiva de esta raza e inexistente en otras razas ibéricas.
La vaca serrana de Teruel es una raza en peligro de extinción exclusiva de la Sierra de Gúdar.
Pertenece al tronco negro ibérico, compartiendo origen con razas como la Avileña, la Morucha o la Negra Andaluza. Sin embargo, su aislamiento en los últimos siglos y la adaptación a estas sierras la han llevado a desarrollar una serie de caracteres inconfundibles y únicos.
Adaptada a las duras condiciones de altitud, frío y escasez de pastos, esta raza destaca por su rusticidad, sobriedad y resistencia. Predomina el color negro o castaño oscuro, aunque existen variantes más claras y una capa atigrada, con rayas longitudinales oscuras sobre fondo más claro, exclusiva de esta raza e inexistente en otras razas ibéricas.
La generalización en el uso de piensos, que permitía dejar de depender de los recursos del entorno, supuso la caída de la cabaña de serrana de Teruel, al tener un crecimiento más lento y un menor peso.
En 2012 la raza contaba con un censo de sólo 420 ejemplares en manos de 8 ganaderos. En la actualidad el censo va mejorando poco a poco, pero la falta de relevo generacional entre los ganaderos y el mestizaje con razas más productivas suponen un grave riesgo.
La Serrana de Teruel es una raza de doble aptitud, orientada principalmente a la producción de carne de alta calidad, con una infiltración grasa equilibrada que le confiere un sabor y terneza naturales cuando procede de animales criados en pastoreo.
Más allá de su valor productivo, esta raza es un patrimonio genético que merece ser conservado por su valor cultural y ambiental. Y es que su papel es esencial en la conservación de los ecosistemas de montaña. Al ser capaz de aprovechar pastos que otras razas rechazan contribuye a mantener el paisaje abierto, evita la acumulación de combustible vegetal y fomenta la biodiversidad de estos ecosistemas.
Mastín
Los ganaderos han tenido que coexistir con los grandes depredadores desde el origen de la ganadería en el Neolítico.
Esta convivencia nunca ha sido sencilla, pero ha llevado a desarrollar una serie de herramientas para evitar los ataques al ganado que en las últimas décadas han ido cayendo en el olvido allí donde los grandes depredadores se extinguieron.
El lobo está recolonizando la provincia de Teruel, habiendo estado ausente durante prácticamente un siglo.
En el Mas del Cubillo creemos firmemente en la convivencia entre la ganadería y el resto de especies silvestres, por lo que mantenemos mastines de las mejores líneas ganaderas para proteger el rebaño.